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La energía fotovoltaica se impulsa gracias a la regulación favorable, el financiamiento y el crecimiento natural, proyectando un crecimiento hacia los 10.000 MW

Rumanía estará próxima a instalar 7.000 MW en capacidad fotovoltaica hacia finales de este año, según lo afirma la Asociación Rumana de Energía Fotovoltaica (RPIA). Esta proyección indica un crecimiento significativo desde los ~5.500 MW ya instalados en parques solares y prosumidores, y sugiere que la meta nacional de 10.000 MW para 2030 podría quedar no solo cumplida, sino superada.

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Imagen de archivo

Según Andrei Manea, director ejecutivo de RPIA, Rumanía ocupará uno de los primeros puestos del continente en cuanto al ritmo de expansión del sector solar, detrás de países como Alemania, España, Italia, Francia, Polonia y los Países Bajos, de acuerdo con el informe Global Market Outlook for Solar Power 2025-2029 de SolarPower Europe.

Manea añade que, a medio plazo, existe confianza en no solo alcanzar los 10 GW asumidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIESC), divididos en aproximadamente 3,5 GW de prosumidores y 6,4 GW en plantas a gran escala, sino incluso superarlos si se mantienen las condiciones actuales.

El fuerte avance se atribuye a varios factores: un marco regulatorio cada vez más favorable, la reducción de los costos tecnológicos, mayor diversidad en financiamiento, y los recursos naturales adecuados. El crecimiento entre 2022 y 2025 ha sido notable, triplicándose la capacidad instalada y distribuyéndose casi por igual entre prosumidores y plantas grandes.

De cara a 2030, la estrategia también integra el desarrollo de sistemas de almacenamiento (BESS) para dar flexibilidad a la red, además de políticas que promuevan la integración de tecnologías inteligentes, formación especializada y una infraestructura reforzada. RPIA señala que el tiempo promedio para obtener los permisos se sitúa alrededor de los 24 meses, lo que coloca al país entre los más rápidos en procesos regulatorios de Europa, sólo detrás de naciones como Lituania y Bélgica.

Un desafío clave será adaptar las redes de transporte y distribución para absorber la gran cantidad de energía que se producirá, gestionar las variaciones de producción solar y garantizar estabilidad en la oferta eléctrica. Se requieren inversiones constantes, no solo en generación, sino también en almacenamiento, conectividad y gestión de la demanda, para sacar el máximo provecho del potencial solar.

Finalmente, la energía fotovoltaica ha superado recientemente a las centrales de gas y carbón en términos de capacidad instalada despachable, situándose como la tercera fuente nacional por detrás de la hidráulica y la eólica. Su producción instantánea máxima alcanzó los 1.866 MW en junio.

Empresa asociada a: UNEF