Según los datos de Red Eléctrica (REE), la producción fotovoltaica en febrero de 2024 alcanzó un total de 2.500 GWh, lo que representa un aumento del 16,2% respecto al mismo período del año anterior. Este crecimiento se traduce en un 11,3% del mix energético total, un hito significativo para la transición hacia un futuro energético más sostenible.
Este avance es el resultado de la inversión constante en tecnologías solares y las políticas favorables a la energía limpia. España se ha comprometido a alcanzar la neutralidad climática en 2050, y la energía solar juega un papel fundamental en este objetivo. La instalación de nuevos paneles solares, tanto en grandes plantas como en hogares y empresas, está impulsando la generación de energía limpia y reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
La fotovoltaica no solo aporta beneficios ambientales, sino también económicos. La creación de empleos en el sector solar, la reducción de la factura energética y la diversificación de la matriz energética son algunos de los aspectos positivos que esta tecnología ofrece.
Febrero de 2024 ha sido un mes histórico para la energía fotovoltaica en España. El 10 de febrero, las energías renovables alcanzaron un récord del 88,5% del mix energético nacional, lo que demuestra el potencial y la viabilidad de un sistema energético basado en fuentes limpias.
En cuanto a la demanda nacional de electricidad, los datos de febrero muestran un incremento del 0,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, ajustado por efectos de temperatura y calendario. A pesar de este ligero aumento, la demanda bruta se estima en 20.058 GWh, una cifra que aún se sitúa un 1,8% por debajo de los niveles de febrero de 2023.
En regiones insulares como Baleares y Canarias, se observan variaciones significativas, con incrementos del 1,6% y 8,4% respectivamente, una vez ajustados por efectos de temperatura y calendario. Estos datos reflejan tanto la evolución de la demanda eléctrica nacional como las particularidades de consumo en regiones insulares, donde factores como el turismo y el clima pueden influir de manera notable.
En definitiva, la energía solar fotovoltaica se ha convertido en un pilar fundamental del nuevo escenario energético de España. Su crecimiento sostenido y su impacto positivo en el medio ambiente y la economía la posicionan como una tecnología clave para la construcción de un futuro más sostenible y resiliente.
- Noticias de interés: Radiografía solar: La transformación fotovoltaica en España durante la última década