La energía solar representó el 21% del mix eléctrico en España, posicionándola entre los líderes globales en transición energética

España cerró 2024 como el séptimo país del mundo con mayor generación de electricidad a partir de energía solar fotovoltaica, alcanzando los 58,6 TWh, según el último informe Global Electricity Review elaborado por el think tank británico Ember. Esta cifra sitúa al país por detrás de gigantes como China (834,1 TWh), Estados Unidos (303,14 TWh), India (133,81 TWh), Japón (102,2 TWh), Brasil (74,68 TWh) y Alemania (70,99 TWh).
Además, España ocupa el cuarto lugar global en cuanto a la proporción de energía solar dentro de su mix eléctrico, con un 21%. Solo Hungría (25%), Chile (22%) y Grecia (22%) superan este porcentaje, lo que subraya el fuerte impulso renovable en el país ibérico.
A nivel mundial, la energía solar batió récords en 2024, representando el 6,9% de toda la generación eléctrica, con un total de 474 TWh, lo que supone un crecimiento del 29% respecto al año anterior. En conjunto, las renovables produjeron 858 TWh, un aumento del 49% frente al récord anterior de 2022.
China fue responsable de más de la mitad del incremento global en la producción solar. India también registró un avance destacado, duplicando su capacidad instalada durante el último año.
En la Unión Europea, la energía solar alcanzó el 11% de la generación eléctrica en 2024, superando por primera vez al carbón. De los 15 países con mayor cuota solar, siete pertenecen al bloque europeo, consolidando su papel protagonista en la transición energética.
Aunque la energía hidroeléctrica continúa siendo la renovable más utilizada (14% del total), seguida por la eólica (8,1%), la solar se ha posicionado como la fuente con mayor crecimiento y potencial. Phil MacDonald, director de Ember, destacó que «la energía fotovoltaica se ha convertido en el motor de la transición energética global» y subrayó su papel crucial cuando se combina con sistemas de almacenamiento en baterías.

No obstante, la creciente demanda de electricidad (un 0,7% más en 2024, y un 4% de aumento en el consumo global) provocó un repunte del 1,4% en la producción de energía a partir de combustibles fósiles, lo que llevó a un incremento del 1,6% en las emisiones de gases de efecto invernadero del sector eléctrico. Según Ember, cerca del 20% de ese aumento en el consumo se debió al mayor uso de aire acondicionado provocado por el calentamiento global.
El informe concluye que, en los próximos años, la generación renovable y nuclear crecerá a un ritmo superior a la demanda eléctrica, lo que reducirá de forma progresiva la dependencia de los combustibles fósiles a nivel mundial.